Dodge Charger negro de Dom en The Fast and the Furious

Superslot

Dodge Charger negro de Dom en The Fast and the Furious

SUH4573

Revive la trepidante acción de The Fast and the Furious con el legendario Dodge Charger de Dom Toretto. Este icónico muscle car, con su inconfundible potencia y su agresiva presencia, se ha convertido en un símbolo de la alta adrenalina y el lema de la familia de la franquicia.

Ya sea arrasando las calles o llevando a cabo audaces atracos, el Charger de Dom está hecho para la velocidad y la resistencia. Su pintura negra, su motor expuesto y su imponente parrilla lo convierten en un verdadero auto sobresaliente en la pantalla y en tu pista Scalextric.

El auto de carreras Dodge Charger de Dom es una pieza imprescindible para los fans de la saga Fast y para los coleccionistas de clásicos del cine. ¡Trae un pedazo del mundo de Toretto a tu colección a escala 1:32 y siente la necesidad de la velocidad!

El Dodge Charger negro de Dom en The Fast and the Furious

Cuando Dom le revela a Brian su Dodge Charger R/T de 1970, le muestra un símbolo de su pasado y una manifestación de sus miedos. El auto permanece oculto bajo una lona durante la mayor parte de la película, a pesar de sus 900 caballos de fuerza y su carga emocional, porque Dom tiene miedo de conducirlo. Le cuenta a Brian que su padre murió en él durante una carrera.

Pero, por supuesto, el Dodge Charger tiene su gran momento en el intenso final de la película, cuando Dom lo conduce en una dramática persecución callejera. En ella, casi choca contra un tren, y termina estrellándose contra un camión y volcando el auto. El Charger queda destruido.

El auto representa el desarrollo del personaje de Dom, que aprende a enfrentar sus miedos y a elegir la acción en lugar de la evasión. A pesar del choque, Dom sale física y emocionalmente intacto, sobreviviendo a su trauma y permitiéndole seguir adelante. Cuando luego toma las llaves del Supra de Brian para escapar de la policía, demuestra su creciente capacidad para confiar en los demás.

El Dodge Charger reaparece en películas posteriores de la franquicia, convirtiéndose en un símbolo continuo de resiliencia.